El apartado gráfico es uno de los vértices más controvertidos. El juego presenta una serie de problemas que no deben ser pasados por altos, más evidentes en las escenas de día que en las oscuras (la mayoría). Avanzado el juego no sólo encontramos un “tearing” o ruptura de la imagen al girar la cámara sino que, además, comenzarán a aparecer dientes de sierras donde no debiera haberlo. Una de las razones de este último problema es, inevitablemente, la ausencia de los 720p naturales. Alan Wake alcanza los 560p, lo que se denomina comúnmente como “subHD”, provocando una inexorable concatenación de problemas gráficos producto de la resolución durante el proceso de adaptación a los 720p emulados. Tampoco lucen las texturas cuando la luz aclara los escenarios, decepcionando por encima de lo tolerable. A ello sumamos los pequeños defectos gráficos como la escopeta de chimaza y el fusil de caza atravesando la mano y la manga del traje de Alan. No obstante cuando llegan los parajes oscuros todo comienza a mejorar. Las texturas quedan ocultas por la ausencia de luz y los dientes de sierra y el “tearing” desaparecen en gran medida. Los efectos de luz que producen las bengalas y el haz de la linterna cuando interactúan con el terreno o impactan contra los poseídos cobran una gran espectacularidad, sin embargo, no debe soslayar todos los puntos flacos del planteamiento gráfico anteriormente comentados.
Por su lado, las cinemáticas no rayan a buen nivel. Las ralentizaciones de los personajes y sobre todo de los vehículos en movimiento rompen la armonía respecto al medio, dando un aire poco realista que empaña el resultado final. Las animaciones faciales, francamente mediocres, completan un contexto decepcionante.
Artísticamente es notable, aunque severamente afeado por la repetición constante de los mismos enemigos y del sempiterno escenario del bosque, que nos llevará al borde de la exasperación. Poseídos que lanzan pequeñas hachas, poseídos con grandes hachas, poseídos con sierras eléctricas, poltergeists que poseen algunos de los objetos que nos rodean… poco hallaremos más allá. Desafortunadamente, si bien la ambientación es muy atractiva, en ningún momento nos inquieta dada la previsibilidad constante del terreno y de la aparición de los enemigos, así como la escasez de sobresaltos que disparen nuestras pulsaciones y nos introduzcan en un estado de nerviosismo acorde al entorno. Al mismo tiempo los escenarios están realmente limitados, aunque a simple vista parezca que existen otras opciones de camino, cuando nos acercamos a ellas acabamos arrimándonos a un despeñadero que recorta de repente el que pensábamos que era un enorme escenario.
Lo relativo al apartado sonoro es cuasi sobresaliente. Por una parte, el doblaje al español ayuda, sin ninguna duda, a la inmersión en la oscuridad de Bright Falls; sin ser excelente el casting sí que es difícilmente superable teniendo en cuenta los dobladores existentes hoy en día. Cualquier pero que se le quiera poner en este apartado a la obra de los estudios de Remedy es un absurdo teniendo en cuenta las posibilidades actuales. Por otra parte, los efectos sonoros, más notables que sobresalientes, podrían haber sido explotados con mayor maña para hacer de la oscuridad de los escenarios un lugar menos cómodo de lo que finalmente han sido. El grueso de la banda sonora formado por una serie de composiciones, muchas de ellas marcadas con el sello del grupo finlandés "Poets of the Fall", da un toque distintivo al apartado, mezclando canciones cantadas con creaciones melódicas, ambos grupos muy acertados con las sensaciones contrapuestas que quiere transmitir Alan Wake.
Edición española
Traducido y doblado al castellano, la edición española de Alan Wake merece un auténtico aplauso. Aunque no hablemos de un doblaje intachable e histórico, el mero hecho de que Microsoft se haya decantado por localizarlo a nuestro idioma con la magnífica sumersión que ello nos proporciona es digno de ser reseñado y alabado. En un mercado con tanta afluencia de doblajes en la lengua de Shakespeare y Melville, Alan Wake simboliza una vital reivindicación del doblaje en castellano que apoyamos por encima de nuestros gustos personales.
Conclusión
En conclusión, Alan Wake se ha quedado muy lejos respecto a lo que Remedy había prometido. Tras años de desarrollo tenemos un juego de acción técnicamente justo para lo que ha llegado a nuestras manos durante esta generación, con una jugabilidad ágil y un desarrollo demasiado constante que puede llevar al aburrimiento en apenas un par de horas, cuando caemos en la cuenta de que los escenarios se repiten y de que la mecánica de juego no goza de la variedad deseada.
Aun así es un juego notable que consigue atrapar al jugador mediante una historia narrada con el ritmo adecuado; asimismo la oscuridad asfixiante es un atractivo esencial para los jugadores con gustos por contextos agobiantes y tétricos. La implementación de puzles junto a opciones factibles para explorar unos escenarios más amplios, sin obstáculos de por medio, y, sobre todo, junto a una variedad más dilatada en todos los sentidos y a la revitalización de una libertad que apenas ha existido, hubieran hecho de esta obra una de las más brillantes de la historia de los videojuegos. A pesar de que no ha sido así, el resultado nos agrada como obra notable que es.
Lo mejor:
Lo peor: